El estado de guerra suspende la
moral; despoja a las instituciones y a las obligaciones eternas de su
eternidad, y, desde entonces, anula en lo provisorio los imperativos
incondicionales. La guerra no se sitúa solamente como la mayor de las
interpelaciones de la moral, ella la torna ridícula. El arte de prever y de
ganar por todos los medios la guerra […] se impone entonces como ejercicio
mismo de la razón
Martinus
Nijhoff
“Tenemos
cerca del 50% de la riqueza mundial, pero solo el 6,3% de su población… Nuestra
verdadera tarea en los próximos tiempos es encontrar una forma de relación que
nos permita mantener esta desigualdad de riqueza sin comprometer seriamente nuestra
seguridad nacional. Para lograrlo, tendremos que renunciar a todos los
sentimentalismos y ensoñaciones; y en todas partes tendremos que
concentrar nuestra atención en nuestros propios proyectos nacionales. No
debemos engañarnos pensando que hoy podemos permitirnos el lujo del altruismo y
la felicidad mundial… Deberíamos dejar de hablar de objetivos vagos -y para el
Lejano Oriente- poco realistas como los derechos humanos, la mejora del nivel
de vida y la democratización. No está lejos el día en que nuestras acciones
deban estar guiadas por un pensamiento de poder sobrio. Cuanto menos nos
obstaculicen los eslóganes idealistas, mejor”.
George F. Kennan
La guerra de
Ucrania se presenta como un espejo de la época, en tanto que la opacidad de sus
actores alcanza niveles macroscópicos. Este es un tiempo de enorme progreso del
complejo militar industrial, que muestra su capacidad de producción de armas
eficaces que aceleran sus tiempos de renovación en una escalada acelerada de
letalidad. Pero, tal y como apuntó Günther Anders, las industrias de la
conciencia, los medios de comunicación de masas, alcanzan el estatuto de la
perfección en el arte de la manipulación, que hoy se especifica en la
competencia de ocultar mostrando. En esta periférica provincia del imperio
atlantista, se ensaya una nueva forma de preparar a las poblaciones para
cumplir con las tareas asignadas por este portentoso dispositivo militar.
Ahora no se
trata de inculcar el espíritu guerrero mediante movilizaciones de masas
ardorosas en favor de objetivos militaristas, sino la manipulación con guante
de seda de la opinión, programando secuencialmente la escalada hacia la guerra
mediante la administración de la discreción. La ministra Robles advierte de la
inevitabilidad de la misma, en coherencia con la dirección de la OTAN que
solicita el incremento sustantivo del presupuesto militar. Al tiempo, el
presidente Sánchez comparece con los empresarios productores de armas, enviando
un mensaje sólido en las vísperas de su activación respondiendo al imperativo
atlantista. Mientras tanto, los medios de comunicación de la derecha y de la
progresía presentan un conjunto de nuevos expertos que popularizan las nuevas
armas en las tertulias, preparando a la población ante la inapelable colisión
con los malos del este.
El
repertorio de actores en favor de la militarización, entendida como inexcusable
en tanto que miembros de la sagrada coalición atlántica, actúa de forma
sincronizada, presentándose como expertos en un problema técnico no susceptible
de deliberación. Así, como en la pandemia, el volcán y otros acontecimientos,
la pluralidad de posiciones se encuentra excluida y se sobreentiende que esta
debe alinearse y obedecer. Aquellos que detentan otras posiciones son excluidos
y silenciados, asignándoles la etiqueta letal de negacionistas. De ahí resulta
que la conversación mediática es radicalmente monótona y simplista Todo termina
en un relato infantil insólito: Lo que ocurre tiene como causa la actuación de
un malote perverso que quiere destruir el mundo.
Este relato
infantiloide se asemeja al de las viejas películas de James Bond, que termina
por extirpar los males eliminando al malvado rival que encarna las amenazas.
Siempre me acuerdo del primero, el perverso Dr No. Al igual que los guionistas
de las pelis del 007, Putin encarna individualmente el mal, reduciendo la
actual Rusia postsoviética al ignorar a las fuerzas presentes que la articulan.
Presenciar la conversación en las televisiones progresistas es un auténtico
esperpento, que apela a mi memoria en el franquismo, tiempo en el que se
denunciaba que los agitadores movilizaban a las poblaciones con independencia
de las condiciones políticas y sociales.
En esta
comedia de gestación del espíritu guerrero, la izquierda más allá del pesoe
representa el sumun de la discreción y la competencia del disfraz político.
Para Podemos y Sumar, la tensión guerrera supone una inconveniencia, en tanto
que pone en peligro su confortable arraigo en el gobierno. Es antológico
contemplar sus sollozos ante el genocidio de Gaza en tanto han participado y
participan en la suculenta compraventa de armas con el estado de Israel. Es
notoria la capacidad de disimular de esta extraña izquierda, en tanto que en el
caso de Ucrania se pronuncian en favor de las posiciones atlantistas, apoyando
el rearme de la atribulada Ucrania. Es curioso que, siendo la guerra un
acontecimiento axial, solo se pronuncien sobre ella las cúpulas: Yolanda Díaz,
Iñigo Errejón (maestro de la discreción), Ione Bellarra o Irene Montero. Los
demás parlamentarios o cargos permanecen en un silencio ostentoso. La
perversidad de este mutismo radica en que su verdadero móvil es no molestar al
presidente, atlantista proverbial, que, a su vez, muestra su virtuosa
competencia de no molestar a los dirigentes atlantistas.
De este
modo, esta lejana provincia del imperio se involucra en los desvaríos guerreros
norteamericanos. En 2004, con la presencia de Aznar en el trío de las Azores
que decide la intervención en Irak. Ahora el supergobierno progresista enviando
tropas a las repúblicas bálticas y advirtiendo de la inminencia de una guerra
necesaria. Esta paradoja expresa la naturaleza del régimen del 78 y su extraño
devenir, que cristaliza en una polarización y crispación por cuestiones menores
asociadas a la pugna por la titularidad del gobierno, en tanto que las grandes
cuestiones son objeto de un consenso basado en un silencio sepulcral.
La verdadera
razón de los distintos conflictos bélicos protagonizados por EEUU es la
promoción y defensa de sus propios intereses. La frase antológica de Kennan que
encabeza este texto desvela la naturaleza del atlantismo y su reconversión tras
su inicio como alianza defensiva contra la vieja URSS y Pacto de Varsovia. La
alianza ha devenido en una fuerza ofensiva que expande sus fronteras hacia el
Este. El fundamento de este conglomerado militar expansivo es el de
constituirse en una garantía solvente de la expansión del mercado global. Este
crecimiento convierte en enemigos a los rivales económicos y geopolíticos,
constituyendo el riesgo de guerras. Los últimos treinta años han demostrado que
la OTAN se fundamenta en una guerra permanente contra múltiples países
convertidos en enemigos.
Pero este
imperio expansivo genera una racionalidad política que deben asumir íntegra e imperativamente
sus aliados. Esta es sintetizada por Enrique Dussel como “la razón tautológica
del imperio”. En nombre de los valores de la democracia y los derechos humanos
se construyen enemigos que son integralmente descalificados como bárbaros,
atrasados y malvados. La colonización incubó este supremacismo, que se
especificó en la creación de múltiples formas de apartheid. El código es el
mismo: las sociedades al este son integralmente descalificadas como no
democracias. Así se invierte la relación entre agresor y agredido. El juicio
que sanciona la inferioridad de los extraños se fundamenta sobre el principio
de totalidad. Toda su cultura es denegada desde la perspectiva subjetiva,
arbitraria, intracultural y dogmática de los portadores del modelo de la razón
imperial. Así se deniega cualquier
alteridad o derecho efectivo a otra identidad cultural. El extraño del este es
convertido en un portador de peligro, y, por tanto, en un enemigo.
Por el
contrario, el mismo imperio del mercado global se presenta como benévolo. La
frase de Kennan del principio está escrita en 1948. Representa el imaginario de
los teóricos “realistas” del imperio norteamericano. El problema de fondo
radica, desde la perspectiva de esta provincia del imperio, en que hasta el
momento la guerra de Ucrania ha debilitado manifiestamente las economías
europeas, en favor de unos EEUU convertidos en proveedores de energías y de
armas provenientes de su robusto complejo militar industrial. La anestesia comunicativa resultante de la
manipulación de la información, concita la convergencia entre la derecha, la
progresía benevolente y la izquierda distraída en la aceptación de la guerra
como contrapartida de las obligaciones como honorables miembros de la OTAN.
El nivel de
sumisión llega a un punto insólito, que se conjuga con la simulación de la
vieja izquierda haciéndose el longuis. Así, la instalación de una nueva base
militar en Menorca no suscita ninguna problematización en el ínclito sistema
político y mediático. Así se forja una mala premonición para el futuro
inmediato. No puedo terminar sin aludir a los rostros terribles de los
encargados en la correa de transmisión de imponer la guerra como realidad
fáctica: Borrell en Europa y Margarita Robles en España. Solo les falta
anunciar la escalada bélica con los pies encima de una mesa y hablando en
tejano.
ResponderEliminarHace 38 años, concretamente el día 4 de abril de 1986, el gobierno español presidido por Felipe González convocó un referéndum para que España entrara en la OTAN. Estuvo a punto de perderlo debido al fuerte rechazo de una parte mayoritaria de la población. Con un resultado muy ajustado, España entró a formar parte de la Alianza Atlántica Norte (1949) con todo lo que implica, una alianza convertida, una vez desaparecido el Pacto de Varsovia (1955) en el brazo ejecutor de los EEUU en cualquier lugar donde cree que sus intereses hegemónicos peligran, resumido, en cualquier rincón del planeta. En este momento se está extendiendo en la región de Asia-Pacífico en previsión de un posible conflicto con China. Llama la atención el infantilismo desplegado por los medios y los políticos para explicar problemas complejos, reduciéndolo todo a una historia de buenos buenísimos (EEUU y la U.E, Canadá, Japón, Australia, Nueva Zelanda y poco más) unos países donde, a pesar de la desinformación, resplandece la democracia y países donde unos gobernantes calificados por el Occidente colectivo como malos malísimos, atacan, sin venir a cuento, democracias modélicas como la de Ucrania. Rusia, China, Irán, Venezuela, Cuba, Nicaragua.... forman parte de lo que se ha dado en llamar el "Eje del Mal" países que tienen en común negarse a acatar el "orden basado en reglas" de la "Comunidad Internacional" véase Occidente. El ínclito Borrell no podía haberlo resumido de mejor manera cuando declaró que "Los europeos hemos construido la Unión como un jardín a la francesa, ordenadito, bonito, cuidado, pero el resto del mundo es la jungla. Y, si no queremos que la jungla se coma nuestro jardín, tenemos que espabilar". El ardor guerrero demostrado por la "socialista" Margarita Robles, a buen seguro que lo suscribe la derecha y la extrema derecha. En cuanto a la izquierda compatible, me temo que sigue ausente tal y como indica el autor. El movimiento pacifista está "desaparecido en combate". Sombrío panorama.
Un saludo.
Dice la presidenta de la Unión Europea: «Ante la guerra a nuestras puertas, tenemos que hablar menos y actuar más para preservar la paz, y por lo tanto para estar preparados para la guerra. Hay que invertir más en armamento y hay que crear el todavía inexistente Comisario de Defensa».
ResponderEliminarGuerra la que ha orquestado ella con las far-mafia-céuticas y su marido inmiscuyendose, y paz a preservar la de los negocios y adorado enriquecimiento que ahora quiere centrarse en el armamento ( https://www.msn.com/es-es/dinero/noticias/el-rearme-de-europa-dispara-las-acciones-de-defensa-en-bolsa-ante-una-ola-inversora/ar-BB1ktaGF ) . El sadismo y afán mortífero que encarnan esta y otras señoras, como la ministra de la guerra del reino de España, supone todo un avance y progreso que viene a enriquecer tantas virilidades presidenciales, mercenarios y bestialidad militarizada de forma ruin y cobarde por la alta oficialidad de la NATO, pues con arpías tan 'empoderadas' y más armamento sofisticado, no tripulado pero con videocamaras, podrían llegar a ofrecernos y transmitirnos en 'tiempo real' las acciones mortíferas y los cadáveres resultantes de sus deseados enemigos en imágenes de alta resolución acompañadas de ruido tertuliano con perspectiva de género de la misma calaña. A la estupidez masculina a caballo o boxeando no le han de faltar enfervorizadas amazonas cabalgando sobre las paupérrimas poblaciones europeas como mulas.
La guerra tiene su oportunidad y razón de ser en esa permanente e inevitable necesidad, para el Capital y sus Estados, de conquista, agitación y crecimiento del Mercado, imperativo inscrito en el Dinero para que sus cancerígenas ganancias no se estanquen y puedan multiplicarse sin descanso. Como tiene dicho el Roto: l[a]s [halconas y] halcones de las guerras tienen sus halconeros.
No está de más escuchar a este excoronel que habla de la 'CIA con chilaba' y la guerra por sustitutos en Ucrania
https://youtu.be/XtOhx5kQOuM?feature=shared