Es la tercera vez que subo este video al blog. En esta ocasión para mostrar elocuentemente el misterio de la comunicación, en la que lo táctil y la piel pueden alcanzar niveles difíciles de verbalizar. El dominio de la comunicación mediante la piel es algo que se siente. En mi vida he experimentado en múltiples ocasiones una emoción que se resiste a ser conceptualizada y que se puede nombrar aludiendo a las "sensaciones estupendas". Se puede hacer un verdadero catálogo de ellas, dada su diversidad inagotable. Muchos de los buenos momentos de la vida remiten a lo táctil.
La pandemia ha relegado lo táctil que estalla en las fugas nocturnas múltiples, en las que el contacto personal se resarce del encierro de los cuerpos. La guardia de corps epidemiológica recluta sus milicias civiles que se hacen presentes para vigilar y denunciar las transgresiones de las distancias asociales debidas. Estoy persuadido de que lo que los más zotes llaman "epidemia de salud mental", tiene una relación estrecha con la penalización del universo del tacto en la cotidianeidad. El racionamiento de la piel es letal para la vida y el equilibrio personal.
Por eso me parece pertinente rescatar este sugerente video en el que las palabras y los conceptos quedan relegados ante la apoteosis del goce sensual ¡qué grande es el tacto¡
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