La buena vida que merece la pena ser vivida. Los años sesenta fueron los de la ruptura con el puritanismo imperante con anterioridad. Sesenta años después se cierne el peligro sobre la vida y el riesgo de regresión a un renovado puritanismo funcionalista en su nueva versión epidemiológica. El rechazo del cuerpo y la relegación del placer son las divisas de este retroceso. El peligro de una concepción totalitaria de la salud, mutiladora de la buena vida se hace patente. Estos son tres videos emblemáticos de las rupturas que han tenido lugar en estas décadas tan incomprendidas, así como de algunos de sus protagonistas. El honorable antecesor Muddy Waters; los honorables Rolings Stones en la Habana derribando el último obstáculo a la mutación de los sesenta, y el venerable y excelentísimo Chuck Berry en la recatada universidad de Toronto en 1969 impulsando su reconversión inevitable.
Buenas Navidades
1 comentario:
la conjunción del clima -malsano- de psicosis colectiva que nos atenaza y que no parece remitir, y la obsesión enfermiza por la salud "mutiladora de la buena vida" como dice el autor, no presagian nada bueno.
A pesar de todo, desearle a Juan Irigoyen y a los lectores de este blog un Año 2022 algo más sosegado que los dos anteriores.
Un saludo,
Cristina.
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