Siempre me
ha fascinado la traición. En el tiempo en que he vivido se ha presentado
asociada a todas las crisis y los cambios. La transición política fue posible
gracias a la traición del rey Juan Carlos y Adolfo Suárez, que fueron infieles
al sistema político que les encumbró. Santiago Carrillo, Felipe González,
Gorvachov y otros muchos, representan la conversión de la traición en un
componente inevitable en muchos de los procesos políticos. La traición adopta
numerosas formas, convirtiéndose en un verdadero arte ejecutado por un
conglomerado de virtuosos, que muestran creaciones de autor, que en algún caso
alcanzan la condición de sublime.
En mi tesis
doctoral sobre la crisis del sistema sanitario español y la desdichada atención
primaria, también la traición se hizo presente. La primera generación de
reformadores modificó sus posiciones radicalmente, para adoptar otras
contrarias, que se correspondían con otra reforma manifiestamente opuesta a la
que habían iniciado y abandonado. Uno de los libros que me ayudó a comprender
es “Elogio de la traición: Sobre el arte de gobernar por medio de la negación”,
Jeambar y Roucaute, en Gedisa. La traición no debe confundirse con el cambio de
posición. Esta tiene un componente esencial, como es no hacer públicos los
argumentos a favor del nuevo posicionamiento y mantener la adhesión formal a lo
traicionado. Se trata de un comportamiento cuyo ingrediente esencial es el
engaño mediante la apoteosis de lo oculto. El sólido matrimonio entre la
traición, la mentira y el secreto es indestructible.
En estos
días se acelera la tragedia en el pesoe. Los acontecimientos parecen formar
parte de una opereta disparatada. El pobre Pedro y su ejecutiva son destituidos
por un golpe ejecutado por un sector crítico que carece de una cabeza pública.
Así se consuma la apoteosis de los aparatos partidarios que se han apoderado de
la realidad organizacional, tan trágicamente aislada de su entorno. La
generación de personas de aparato ascendidas tras el vacío del postfelipismo,
tales como Luena y Susana, ejecutan sus jugadas en la sombra, pero son
registradas por las cámaras. El resultado es un acontecimiento tragicómico. En
el flujo de los acontecimientos resplandece la traición. Micaela Navarro ocupa el
trono de la deslealtad. Pero lo que el pobre Pedro no sabe, es que en una
situación así, van a proliferar las deslealtades y posicionamientos a favor de
quienes ganen, que en España siempre son los malotes.
La traición
de Micaela Navarro ilustra sobre la naturaleza de los partidos. Es la
presidenta del mismo y ha acompañado al equipo dirigente en todas sus
deliberaciones y decisiones. El día de los autos, aparece como firmante entre
los diecisiete ejecutores. Tras el golpe, desaparece del escenario y reaparece
en Sevilla en los brazos de Susana. Pero no emite ninguna explicación acerca de
lo que en su caso, es una modificación drástica de su posición. En esta
traición lo oculto se apodera de toda la escena. Una presidenta no puede
guardar silencio en una coyuntura de este rango. Así se manifiesta que fue
designada en ese puesto precisamente para ser un peón de Susana, que prepara la
jugada moviendo sus piezas. El silencio de Micaela confirma que no era la
presidenta, sino una infiltrada de otro poder partidario.
Mi
fascinación por las traiciones y los traidores me lleva a considerar un
elemento fundamental. Este es el rostro y las disposiciones corporales de los
futuros desleales. Recuerdo el rostro inmutable y hermético de Pinochet en
presencia del presidente Allende en los meses anteriores al golpe. El
fingimiento sostenido es un arte en el que lo más difícil es domesticar los
gestos. Hoy he repasado las imágenes de Micaela el último año. Muchos de los
videos e imágenes son elocuentes. En los últimos tiempos, cuando el grupo
dirigente escenificaba su presencia ante las cámaras mediante los paseíllos de
entrada y salida de las reuniones, en las que el grupo –Hernando, Batet,
González y la propia Navarro- escoltaban a Pedro con rostros programados y
posiciones corporales rigurosamente sincronizadas y planeadas, Micaela tiende a
situarse en la periferia y tomarse una distancia sutil pero significativa.
También su
rostro hermético que contiene sus emociones y las regula mediante ambivalencias
que puedan satisfacer a ambas dependencias, la manifiesta y la oculta. Pero un
traidor, una vez consumada la alevosía corre a refugiarse ante su beneficiario,
distanciándose espacialmente del traicionado. La huida a Andalucía termina en
la imagen del encuentro con la señora Susana. La he reproducido en el comienzo
del post. Sin comentarios. En ausencia de discurso verbal los gestos ocupan la
totalidad de las retóricas. En este caso son los aplausos y las efusiones
táctiles a la presidenta. No es difícil pronosticar que en el comité federal
del sábado las miradas de Micaela y Pedro no se cruzarán. Tras la traición el
intercambio gestual queda cancelado.
Recuerdo a
otros ilustres socialistas como Tamayo y Sáez, que tras votar en contra de su
partido, lo que hizo posible el gobierno de Aguirre, tras la consumación de su
traición, no miraban a ninguno de sus compañeros. Por eso fueron retenidos por
los delegados de doña Esperanza en un hotel, de modo que compareciesen en el
momento de la votación, para amortiguar el efecto de los intercambios no
verbales con los traicionados. Las imágenes de sus rostros tras la consumación
de la mezquindad constituyeron un monumento iconográfico. Estos tampoco se
prodigaron en explicaciones acerca de su comportamiento.
Micaela ha
generado un flujo de imágenes en las que se puede leer su rostro de ausencia
afectiva respecto a Pedro y su equipo. El dilema interno termina por hacerse
presente en su expresión facial. El conjunto de su rostro ha sido un catálogo
completo de suspensión de las emociones. Adoptaba el estado de indiferencia,
con algunos momentos de expresión fingida, tras los que recuperaba su expresión
en blanco. Pero la mirada es un indicador elocuente. No intercambia nunca con
Pedro y esta es un inventario de posiciones laterales de huida. También la boca
muestra su distanciamiento. Las sonrisas nunca son completas y la mayoría son forzadas
y contenidas. La relación oculta con su protectora se hacía patente en sus
silencios y sus inventarios de gestos. Su modo de estar con el ínclito equipo
directivo era congruente con su ausencia emocional.
La cacería
de Pedro ha sido espectacular y muestra la gran envergadura del poder. El cerco
mediático a la dirección del pesoe ha puesto en funcionamiento a los medios,
los rivales políticos, los mercenarios de las industrias culturales, las gentes
del mundo de la cultura en estado de disponibilidad del poder y otras especies
predispuestas a contribuir a cualquier necesidad de los poderosos. Pero los
traidores desempeñan un papel imprescindible en este dispositivo. Así, el papel
de Micaela es esencial para debilitar al equipo de Pedro, que no ha comprendido
la verdadera dimensión del poder, que más allá del pepé, se encuentra
ubicuamente en todos los espacios, también en su propio interior.
Cualquiera
que no adopte posiciones funcionales a los imperativos del poder es arrollado
sin misericordia por una fuerza mayor concertada carente de cualquier
escrúpulo. Bajo el entramado de televisiones, radios, periódicos y redes
sociales se oculta un dispositivo implacable con quien transgreda los guiones
escritos por los programadores. La caza de Pedro ha sido programada y ejecutada
sin piedad por la armada invencible, que ahora es un dispositivo heterogéneo
concertado que simultanea variadas posiciones y tácticas. En este brilla el
papel de los infiltrados, que son requeridos como traidores activos cuando la
coyuntura lo requiera. Así, Micaela no es la única traidora ilustre. Tanto hoy
como en los próximos días otros serán activados. Hablar de democracia en una
situación así es un exceso y una impertinencia.
La traición
es un trabajo de autoría, siendo objeto de una alta consideración que determina
la recompensa. Todos los traidores son protegidos mediante la adjudicación de
bienes materiales e inmateriales. En el caso que nos ocupa, en ausencia de un
imposible discurso verbal acerca de su aportación, será recompensada mediante
su ubicación en un lugar próximo a la lideresa en los actos simbólicos. Pero
este episodio forma parte del proceso de ascenso a los cielos de doña Susana,
que ha consumado varios lances caracterizados por el juego sucio. Así se está
fraguando una narrativa acerca de la reconquista a la inversa, desde el
Guadalquivir hacia todos los nortes posibles. Hoy Borrell decía que el golpe
era chusco. Se puede afirmar que este guion es zafio e inverosímil. Hoy será presentado
en su primera versión en el Comité Federal.
Después del
asalto aparece la costurera providencial para calmar a los atribulados
habitantes de las sedes. Pero el poder de esta costurera mágica, es un poder
delegado por el dispositivo que ha logrado salvar al deteriorado régimen del
78. Los promotores de doña Susana son Eduardo Inda y otros prohombres de las
maquinarias mediáticas. En los próximos años se desvelarán sus retóricas vacías,
generando la posibilidad a nuevas traiciones. Quien a hierro mata a hierro
muere. Pero será difícil que olvidemos una autora tan inconmensurable como
Micaela, que acompaña sus silencios con sus ricos repertorios no verbales. Una
presidenta del partido que tumba a la ejecutiva y no comparece a explicar su
situación. Lo que nos queda por ver.
5 comentarios:
Lo que nos queda por ver son mas monstruos de esos que salen cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no termina de llegar, en España tardará tanto en llegar lo nuevo que seguramente algunos de estos engendros del averno los seguirán viendo nuestros tataranietos, días para la melancolía, un gran artículo el tuyo para la colección, un saludo Juan.
Gracias futbolín.Tienes una confianza desmesurada en lo que va a nacer que no comparto en ese grado. Pero respecto a lo vigente estoy de acuerdo contigo. Somos espectadores de las actuaciones de unos malotes insólitos.
Saludos cordiales
Tienes razón, me he dejado llevar, digo yo que quizás haya sido un efecto colateral del atún con pisto de Olasagasti que me ha producido un subidón :)
Alucianando, me recuerda todo a acuando dimitió Suarez, qué puede pasar???
«(...)decir que hay un campo político es recordar que las personas que ahí se encuentran pueden decir o hacer cosas que están determinadas no por la relación directa con los votantes sino con los otros miembros del campo. Él dice lo que él dice, por ejemplo una toma de posición acerca de la seguridad o acerca de la delincuencia..., no para responder a las expectativas de la población en general o incluso de la categoría que le ha dado voz, que lo ha designado como mandatario; sino por referencia a lo que otros dentro del campo dicen o no dicen, hacen o no hacen, para diferenciarse o por el contrario apropiarse de posiciones propias, para amenazar la apariencia de la representatividad que puede haber. Dicho de otro modo, la noción de campo relativamente autónomo obliga a decir que si se quiere comprender lo que hace un político, seguramente hay que buscar quién ha votado por él, buscar cuál es su base electoral, su origen social... pero no hay que olvidar buscar la posición que ocupa dentro del microcosmos y que explica una buena parte de lo que él hace. Hay casos que saltan a los ojos, por ejemplo los cursos del PS o los conflictos Chirac-Balladur para tomar ejemplo ya un poco históricos. Es claro que son casos donde el principio de la toma de posición está ligada con la ocupación de una posición en un espacio de posiciones que es precisamente el campo político».(Pierre Bourdieu, Sobre el campo político )
Marta
Gracias Marta
Es tan sencillo como que el dinero y sus dispositivos intervienen en el campo político de modo contundente cuando lo necesitan. La brutalidad ha sido insólita. También la degeneración del pesoe hasta límites inimaginables. Lo que va a pasar es que la derecha se va a afianzar para terminar su ciclo de reformas correspondientes a una sociedad neoliberal avanzada. Lo que cabe preguntarse es cómo oponerse a esta situación. Mi opinión es que cualquier oposición política-parlamentaria tiene un techo bajo sin unos movimientos sociales con capacidad de conocer, proponer y replicar
Saludos
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