domingo, 19 de abril de 2015
MANUELA CARMENA Y LA SUSTRACCIÓN DE ENEMIGO
Uno de los sociólogos críticos más influyentes en mis primeras inmersiones sociológicas es el norteamericano Mills. En uno de sus libros “La imaginación sociológica”, asocia la expansión de los cambios sociales a la desorientación de las personas que viven sobre la aceleración de las transformaciones. Define como imaginación sociológica una cualidad mental, que radica en comprender la existencia individual mediante la localización en la época en que se encuentra. La intersección entre la biografía singular y la sociedad global en que se inscribe, representa el espacio sobre el que se asienta la imaginación sociológica. Este concepto se hace pertinente en la biografía de Manuela Carmena, que es apelada intensamente por la sociedad en que vive, primero en su juventud, y, muchos años después, tras su jubilación. Así, su trayectoria biográfica representa una situación excepcional, que visibiliza el devenir misterioso de la sociedad española, caracterizado por la articulación inseparable de las persistencias y los cambios.
La actual crisis y colapso del sistema político nacido en la transición ha comportado la reaparición de algunas personas que habían representado un papel relevante en su génesis. Una de estas personas es Manuela Carmena. La conocí en mis años de activismo estudiantil. Fue en alguna reunión entre profesionales y estudiantes en esos años. Se trataba de una persona especial, cuya presencia denotaba su inteligencia, su energía y determinación de modo inequívoco. Su liderazgo y singularidad se hacían patentes. Entre los activistas estudiantiles de este tiempo circulaban leyendas acerca de las escasas mujeres que ejercían liderazgos. Una de ellas era Manuela, junto a otras, algunas abogadas. No puedo dejar de evocar aquí a Pilar Bravo, la dirigente de la organización del partido comunista en la universidad. En los años que estuve en el comité universitario pude conocerla y desvelar los misterios del liderazgo femenino. Todas ellas suscitaban mitologías en una sociedad tan atrasada como la España de entonces.
Ahora, tantos años después, Manuela retorna a la primera línea, otra vez para abrir camino a una transformación democrática que recupere las instituciones bloqueadas por la combinación de la desinteligencia de la clase política, la subordinación a intereses económicos impresentables, las malas prácticas generalizadas, el vaciamiento de la ciudadanía y la expansión de la corrupción, que se apodera de las estructuras, determinando la desviación de las finalidades de estas. Después de las elecciones del 77 algunos cuadros de las organizaciones antifranquistas retornaron a sus profesiones. Ahora, la regresión general los convoca de nuevo, y en algunos casos, como el de Manuela, acuden a la llamada.
En la candidatura de la que es cabeza están distintas personas que suscitan mi respeto y consideración. En particular Pablo Carmona. Sus textos y los del Observatorio Metropolitano de Madrid son verdaderos monumentos que contribuyen a comprender los procesos acaecidos en las últimas décadas. En una época en que la gran mayoría de términos, conceptos y significaciones han quedado obsoletas, las publicaciones del Observatorio son imprescindibles para clarificar los escenarios del presente. La trivialidad imperante en las interpretaciones dominantes es compensada por la solidez de los esquemas de interpretación de estos textos escritos por una generación posterior.
El elemento común a los dos escenarios políticos que se presentan en la biografía de Manuela es la confrontación con un poder muy sólido. El conflicto manifiesto entre el proyecto Ahora Madrid y el poder imperante en Madrid se puede definir por sus asimetrías. El conglomerado de intereses de instituciones financieras, capitales especulativos, distintos intereses impresentables y sectores parasitarios, así como el complejo de instituciones mediáticas, políticas, empresariales, sindicales e institucionales en los que se sustenta, es muy fuerte y poderoso. Así se configura una confrontación presidida por la desigualdad. En una situación así es preciso movilizar toda la inteligencia posible para identificar las áreas vulnerables del Goliat neoliberal en versión española.
Las interpretaciones al uso acerca de la situación actual, así como sus salidas, están presididas por un grado de trivialización monumental. Liberar las instituciones representativas del complejo de intereses que las coloniza e instrumentaliza, para restituirlas a la pluralidad social, haciendo presentes los intereses de los numerosos sectores sociales no representados en las mismas, es una cuestión de gran envergadura. El aspecto principal estriba en la visibilidad. El Goliat especulativo opera mediante su capacidad de imponer su definición de las realidades, lo que facilita el ocultamiento de una parte esencial de sus operaciones. Así se conforma un área oculta muy extensa. Aquí radica el punto vulnerable del complejo del poder, este se funda en intereses y prácticas institucionales impresentables que tiene que esconder y disfrazar. Pero, la dificultad de generar un espacio público en el que se haga visible esta situación conlleva una dificultad formidable, debido a densidad de las barreras institucionales, políticas y mediáticas.
En estas condiciones, la respuesta a cualquier proyecto que pretenda modificar esta situación, conlleva unos grados de violencia muy intensos. La estrategia del complejo del poder es presentar a los sectores críticos amenazadores como un enemigo. Así se justifican las descalificaciones, los insultos y los tonos que generan una relación en la que cualquier respuesta implica un escalamiento y una confrontación frontal. La comentada entrevista de varios periodistas en la cadena sexta a Pablo Iglesias, ilustra esta estrategia violenta de los amenazados por el cambio.
De ahí la importancia de la evitación del escalamiento y la neutralización del estigma asociado al enemigo público. Se trata de debilitar esta etiqueta. Existen antecedentes muy valiosos en movimientos sociales que han tenido que afrontar conflictos contra poderes mucho más fuertes. Me viene a mi memoria el conflicto de las mujeres de Greenham Common en la Gran Bretaña de los años ochenta. Una concentración de mujeres rodeó una base en la que se concentraban armas nucleares. En la larga confrontación se inventó un repertorio de acción que se fundaba en la evitación de un choque abierto, siguiendo estrategias múltiples que desactivaban la etiqueta de enemigas de la patria al servicio de un poder externo. Así reducían la legitimidad del poder que amparaba la base nuclear. Las cadenas que rodeaban la base, las acciones inesperadas e imaginativas, proyectadas a los escenarios mediáticos, tuvieron un éxito manifiesto. Sus disfraces de peluches para penetrar en la base transgrediendo las órdenes, parodiaban ese poder y hacían de su inferioridad física un arma que socavaba el potencial coercitivo de las autoridades.
Este es el mecanismo fundamental de cualquier estrategia de cambio. Se trata de inventar y practicar la sustracción de enemigo, condición imprescindible para poder transitar por los espacios sociales y mediáticos proyectando una imagen inversa a la de enemigo. No, Ahora Madrid no es el enemigo sino un agente catalizador de las aspiraciones de los numerosos sectores sociales no representados, y también de aquellos que aspiran a un equilibrio institucional. Su proyecto radica en abrir, no en cerrar. En coherencia el miedo es un elemento extraño a su proyecto.
La respuesta de demonización de los aspirantes al cambio es coherente con los intereses sórdidos y ocultos del complejo del poder madrileño, así como su estado de percepción de amenaza. El resultado es la creación de una estrategia defensiva que genera un clima de alta emocionalidad, que activa los sentimientos negativos y la crispación. Parece inevitable la cristalización de una posición cerrada compuesta por un sumatorio de dogmas, premisas no fundadas, prejuicios y mentiras, que se encierra en sí misma, de modo que multiplica los temores fundados en presunciones y atribuciones de culpabilidad a los actores del cambio. En este estado la relación es casi imposible, invitando a la confrontación, mediante la que se refuerza la imagen de enemigos externos.
Manuela es la persona adecuada para esta tarea. Hace unas semanas la vi en un programa de televisión neutralizando con mucha categoría y oficio un exceso verbal asociado al imaginario de miedo, así como al estado de crispación. Es lo que me animó a escribir este post. Se trata de ser firme y no ceder, pero no entrar en la espiral de las acusaciones y los tonos agresivos. Es una tarea difícil de la que Manuela seguro que tiene experiencia, pues en la institución de la que procede, el cambio supera el umbral de la inteligencia para devenir en milagro. Su modo de estar en ese programa fue perfecto. Despues la imaginé como una de las mujeres míticas de Greenham Common.
Ahora Madrid tiene que crear un espacio público que visibilice el funcionamiento de las instituciones; abrirlas a los colectivos portadores de propuestas; regenerar el sistema de relaciones con la sociedad terminando con el protagonismo de los traficantes de suelo; contribuir al desarrollo de iniciativas múltiples; descerrajar las barreras internas constituidas estos años; empoderar a las gentes no representadas, superando la impotencia política experimentada en las últimas décadas, y generar un proyecto atractivo para los funcionarios. Todo esto sin una mayoría, o incluso desde la oposición. Se trata de un desafío de un rango similar a aquél que Manuela afrontó en su primera vida pública.
En coherencia con el título del post Manuela no es una enemiga. Por el contrario, se trata de una amiga, igual que el equipo de Ahora Madrid. Como tal, suscita nuestros afectos en esta situación de adversidad. Manuela, no olvides que muchas personas desconocidas para vosotras, una de ellas soy yo, madrileño nostálgico en la distancia, os queremos y valoramos vuestro proyecto y esfuerzo. El día de la votación me acordaré de vosotros con independencia del resultado y me diré a mí mismo que gente como vosotros hace habitable este mundo. Pero el día después, también estaremos detrás. Y siempre que alguien os trate desconsideradamente como enemigos, piensa que estaremos presentes, mirando vuestros rostros, seguros de que estaréis a la altura y de que nuestros afectos os ayudarán. Porque habéis constituido una experiencia democrática formidable, que se encuentra más allá del número de papeletas.
Manuela, muchas gracias
Hola Juan, ayer precisamente que hicimos una cadena humana delante de la verja del Parlament Català hablaba con mis vecinas de cadena de los campamentos de mujeres de Greenham Common. Yo pase con ellas unas vacaciones y tengo en mi memoria multitud de anécdotas:
ResponderEliminarPor ejemplo, un dia cuando nos levantamos todos los cazas de la base tenían una pintada que decía: "bienvenido pájaro negro" Eran grandes, muy grandes y bajo un halo de esoterismo desafiaban de una manera efectiva y extraordinaria el poder y la represión.
Creo que en este momento nos podría servir de ejemplo
Gracias por traerlas de nuevo a nosotras
Gracias a ti Mª Jose por tu comentario tan estimulante. Un poder de gran envergadura no nos puede reducir a la impotencia política. Por el contrario podemos reducirlo mediante nuestra inteligencia y voluntad, como hicieron las mujeres de Greenham Common. Muy bonito lo de los cazas.
ResponderEliminarTambién vuestra cadena de ayer.
Saludos
Juan Goytisolo siempre me dio luz ante tanta y tanta mediocridad, oscuridad y cinismo.
ResponderEliminarhttp://www.rtve.es/alacarta/videos/premio-cervantes/discurso-integro-juan-goytisolo-premio-cervantes-2014/3103044/
saludos Juan, Manuela fue un referente, esperemos que siga siendolo, en Madrid es un logro su equipo.
Juana.
Gracias Juana. Comparto lo de Goytisolo. Los patéticos personajes que se hacen llamar ahora "cazadores de tendencias" debían tomar su ejemplo. Siempre tuvo claro que el franquismo fue algo más que un sistema político.
ResponderEliminarEl equipo de Manuela es muy esperanzador para su monumental tarea de desesperanzar Madrid.
Saludos cordiales