Eduardo Galeano ha muerto. Reconozco la influencia que su obra ha ejercido sobre mí. En numerosas ocasiones he recomendado vivamente a estudiantes latinoamericanos que pasaban por la clase que lo leyeran. En particular "Las venas abiertas de América Latina" es un libro de culto. Lo más estrimulante en los últimos tiempos es la crisis de las visiones occidentales de la historia. La irrupción de lo postcolonial ha significado una conmoción para las ciencias sociales. La emergencia de nuevos paradigmas que aportan otras miradas y voces, que compensan las distorsiones de los paradigmas restrictivos convencionales. Como la postmodernidad es un tema recurrente en las asignaturas que imparto, me he colocado un mapa del mundo a la derecha de mi silla en mi despacho, en la pared. Así puedo mirar el mundo para constatar que la inmensa mayoría experimentó la versión colonial mutilada de la modernidad. Esta sólo tuvo lugar en Europa y América del Norte . Este mapa me ayuda a comprender las proporciones del mundo en que vivo, compensando el descentramiento.
En estas coordenadas se inscribe Eduardo Galeano visibilizando a los nadies, a las realidades marginadas por los grandes relatos modernos. En su obra lo pequeño es mucho más que hermoso y los seres humanos son rescatados de los valores asignados por las maquinarias productivas, mediáticas y de control que rigen el mundo. Las personas para Galeano trascienden esos cálculos de utilidades. Presento tres videos que muestran su poderosa mirada.
Muchas gracias y un fuerte abrazo
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