El desembarco del dúo Zapatero-Blanco en la dirección del psoe fue el acontecimiento que intensificó el proceso de decadencia del partido. La señal que lo hace visible es su progresiva torrentización. La España atrasada de Torrente se hace presente de diferentes formas, pero, en particular, por el desplazamiento de los dirigentes con perfiles de tecnócratas o profesionales, para abrir paso a una galería de personajes definidos por el límite. Tras la desaparición de Rubalcaba, el último político convencional de la edad dorada, se abre paso a la proliferación de dirigentes frikis. El último de ellos, Pedro Sánchez, ha devenido en víctima de las conspiraciones de un reality show protagonizado por la galería de personas que emergen inevitablemente en la decadencia. Así, en unos meses, Pedro Sánchez ha terminado desempeñando el guión del “pobre Pedro”, denegado y apuñalado por los suyos.
El psoe se encuentra en una encrucijada fatal. El capitalismo global y postfordista reconvierte su base social tradicional, compuesta por trabajadores manuales y de cuello blanco, encuadrados en los sindicatos, que desempeñan un relevante papel en las instituciones reguladoras del capitalismo fordista. La reestructuración neoliberal en curso transforma los contingentes de trabajadores industriales en una nueva masa laboral heterogénea, precarizada, y siempre sujeta al régimen de movilidades múltiples. Así se disuelve el suelo o el locus sobre el que se desarrollan los conflictos determinados por los equilibrios de los intereses compartidos. Las nuevas instituciones reguladoras derivadas de la nueva empresa, representan la corrosión de los tejidos sociales que han sido el soporte de la socialdemocracia durante un siglo.
La paradoja es que la misma socialdemocracia contribuye decisivamente a este proceso, impulsado desde las instituciones del sistema-mundo y sus centros europeos. En esta trama de las instituciones de gobierno, agencias múltiples, entidades financieras, empresas globales, grupos mediáticos y organizaciones de producción del saber adecuadas a la nueva gobernabilidad, se funde con las nuevas derechas de distintas formas. Así queda atrapada fatalmente, pues representa una alternativa de gobierno débil en la tarea de impulsar con energía el proceso global, en tanto que sus políticas actúan perjudicando a las bases tradicionales en las que se sustenta, así como a su identidad simbólica. La ilusión de la redistribución, poco factible en el vigente proyecto neoliberal, sólo puede mantenerla en sus retóricas electorales. De ahí sus vacilaciones, que le sitúan como un factor de incongruencia con el modelo actual, tal y como se evidencia en los escasos estados europeos donde gobierna. Sus recetas, sintetizadas en la nostalgia del estado de bienestar, en el que desempeñaba un papel fundamental, se simultanean con su adhesión al conjunto de instituciones emergentes, que operan en sentido contrario.
Así se explica la disociación entre los políticos y técnicos socialdemócratas que se desempeñan en instituciones globales, en las que asumen los preceptos y las lógicas de las mismas, y aquellos ubicados en las atormentadas posiciones estatales, en las que la defensa del paquete socialdemócrata convencional es imposible. Tanto en Europa o España, los socialistas participan de las ideologías que refundan el sector público sobre las filosofías y los métodos neoliberales, defendiendo simultáneamente una parte de las políticas sociales del tiempo anterior, tales como las subvenciones a las distintas víctimas de la reestructuración. En el nuevo contexto, no es posible seguir ejerciendo el papel de distribuidores de pagas.
En este escenario, el partido socialista experimenta un proceso de reestructuración fatal, en el que los cuadros más preparados son desplazados a las instituciones globales, abriéndose el camino los contingentes de dirigentes locales que entienden la política como el arte de ganar unas elecciones. El ocaso de Juan Fernando López Aguilar, Ramón Jaúregui y otros, ilustra la decadencia de la inteligencia. Son sustituidos por personas con inteligencias prácticas asociadas a la astucia y al don de aprovechar las oportunidades. Los ayuntamientos, las diputaciones, los parlamentos autonómicos y los de nivel estatal registran la afluencia de estos personajes, cuyas competencias se agotan en adular a lo que denominan como “ciudadanos y ciudadanas”, concentrarse en la siguiente jugada, cuyo sentido único es ganar la elección próxima, y, por consiguiente, privilegiar su presencia mediática, adaptándose a sus juegos de apariencias.
Este es el escenario en el que prolifera el frikismo, en tanto que es coherente con el conjunto de la clase dirigente española, cuyo código es hacer negocios, que siempre se resuelven en jugadas rápidas, en detrimento de empresas u organizaciones sostenidas, que requieren la combinación de la inteligencia, el saber y la cooperación. Las comparecencias mediáticas de los nuevos socialistas frikis, constituyen una verdadera antología del disparate. Una persona del equipo de Pedro, advertía en una tertulia a los demás participantes que “no lo conocían, y que cuando lo conocieran quedarían asombrados por sus facultades”. Los distintos representantes socialistas siempre hacen patente su orientación al pasado y la ausencia de proyecto de futuro. En la fusión con los portavoces del pensamiento único pierden su identidad y adquieren un aspecto fantasmal.
En un contexto así, han proliferado propuestas que se basan en el trasplante de injertos democráticos. Entre las propuestas crecientes de trasplantes destacan las elecciones primarias y las listas abiertas. Pero las distintas experiencias evidencian los límites de los injertos en un sistema en grave descomposición. El caso de las elecciones primarias, adquiere caracteres verdaderamente patéticos. El antecedente de Borrell fue ilustrativo. La victoria de Zapatero inició la descomposición. Ahora, Pedro, representado como una imagen que iba a conducir al pueblo, afectado por lo que aquí he denominado como “el espíritu de la sede”, a su esplendoroso pasado, acompañado por los carnavales de imágenes y eslóganes que conforman las campañas electorales. Pocos meses después ese ídolo artificial y efímero es el objeto de conspiraciones cruzadas que lo deterioran en los medios de comunicación. Una legión de pícaros, oportunistas, malabaristas, transformistas y otras especies que proliferan en las decadencias lo deterioran sin piedad.
Las elecciones primarias sólo son factibles en un medio vivo, articulado en torno a un proyecto y una idea de futuro. En el caso de no cumplirse este requisito, devienen inevitablemente un factor que agudiza la descomposición. Sin ánimo de entrar a fondo, las primarias son, en general, una explosiva mezcla de tragedia y comedia en medios organizativos en declive, en los que uno de sus indicadores es precisamente la incapacidad de renovar sus saberes y los recursos cognitivos. El caso de Tania Sánchez es paradigmático. También el de Alberto Garzón, al que se tiene que encontrar un sparring inerme que permita fingir la competencia. El episodio de la señora Susana Díaz es aún más grotesco. Ganó las primarias mediante firmas de militantes, eludiendo la competición, en la que parece imprescindible una campaña y el voto secreto. Me imagino en una sede a un “compañero” que es requerido a firmar en su favor por un grupo de leales. Los espectáculos de las primarias son primorosos. No puedo evitar imaginar, generando un sentimiento de compasión hacia él, a quien se enfrente con Rosa Díez en UPyD.
La tragedia de Pedro ilustra acerca de la decadencia de las organizaciones y de sus ciclos fatales. El declive afecta al conocimiento, al sistema de relaciones, a las interacciones con el entorno y a los estados psicológicos colectivos. En el estado de deterioro resultante es imposible conservar las inteligencias. Los miembros más preparados y reflexivos incrementan sus silencios, al tiempo que los sentimientos defensivos de la identidad se extienden por las sedes. Este es el medio en el que proliferan los frikismos y se minimiza la inteligencia. Los militantes devienen en hinchas futboleros que niegan la crisis en espera de un gol milagroso que los redima. Así, cuando el dirigente ganador de las primarias, no realiza el milagro, es devorado por los militantes, para erigir un nuevo ídola que los conduzca a la tierra prometida.
En la pavorosa ausencia de reflexión el vacío se adueña de todas las actividades del partido. La simulación mediática es la única salida que compensa el malestar difuso y los temores. Así, es coherente que Pedro haya desplazado su presencia en los medios mediante su transformación en deportista de riesgo o visitante de los reality show. En ausencia de un proyecto sólido, con unas cartas de navegación obsoletas, sometido a la temporalidad inmediata del escrutinio de las encuestas, bajo las expectativas mágicas de los congregados en las sedes y sus periodistas de guardia, Pedro es cuestionado por los aspirantes a marcar el gol redentor.
En el tiempo presente su proyecto se reduce a obedecer las directrices emanadas de los nuevos expertos globales en gobernabilidad, que acotan el campo de lo posible. Este es el piloto automático de los programas de la vieja socialdemocracia, agotada inexorablemente, amenazada por la premonición griega. En estas coordenadas, no sólo se encuentra afectada su capacidad para proponer y gobernar, sino también su competencia para ser oposición. El psoe como oposición, alcanza el grado cero de la eficacia. Cuando es desalojado del poder queda en un estado inerte. Ante la despiadada demolición de la constelación del estado de bienestar ejecutada por las nuevas derechas, sólo es capaz de responder apelando a las prestaciones. Así desvela su acción de gobierno en las últimas décadas, que se agota en las transacciones materiales con distintos colectivos sociales. No entiende lo público desde otra perspectiva que el gasto. Así se explica su incapacidad para defenderlo, que es el principio de su inevitable postergación.
No, la sanidad pública, la educación, los servicios sociales y los derechos laborales representan realidades cuyas dimensiones se ubican más allá de lo estrictamente monetario. No se pueden defender desde el espíritu de las reformas neoliberales, dotadas de un sistema de supuestos y sentidos asimétricos con los de su fundación. Este es el indicador de la decadencia de la socialdemocracia, vaciada de su propia sustancia en un nuevo contexto histórico. Estas son las coordenadas en las que se puede hacer inteligible el drama del pobre Pedro, que antecede al siguiente que le releve en la tarea de marcar el gol definitivo.
La transformación de la vieja organización en una entidad futbolística, cuya cohesión se funda en las emociones y en la que el azar desempeña un papel decisivo, me anima a proponer que no se desanimen y esperen el milagro. Pueden gritar al unísono en las sedes y en los actos partidarios el “sí se puede”. No me cabe duda que les reconfortará en su espera. Pero no olviden que ese eslógan tiene sentido en los tiempos de cuartos crecientes, pero no en los de los cuartos menguantes.
¿Tiene los días contados Pdr Snchz como Secretario General del PSOE? Según esta información, los halcones del partido estarían preparando una operación para laminarlo en cuanto líder sin tirón e incapaz de sacar al patido del punto muerto en que se encuentra. La encumbrada a Ferraz sería la plenipotenciaria Susana Díaz. De ser así, además de en Andalucía, el "susanato" podría extenderse al interior del PSOE.
ResponderEliminarhttp://www.publico.es/…/estrambotica-operacion-susana-hunde…
Gracias por tu comentario. En ausencia de una visión del escenario del psoe actual, los rumores y las posibilidades se multiplican. Así aparece una nueva generación de analistas kremlimnólogos, como aquellos que sobre indicios hacían interpretaciones sobre el oscuro poder de la vieja URSS. Todo lo que escribo sobre el psoe tiene la intención de desvelar el proceso largo que recorre.
ResponderEliminarLa jugada de las elecciones anticipadas es muy eficaz, en tanto que penaliza a Podemos, carente de organización y con una dirección muy débil en Andalucía. Así es probable la victoria de la señora Susana. Esto la convierte en un mito para los congregados en las sedes de todo el estado.
Pero dar el salto a Madrid significa una decisión fatal, en tanto que tendría que hacerse cargo de las ruinas del psoe, para perder en las inminentes generales.
Espero que tanto el pobre Pedro como ella misma no coman ni beban nada en las actividades partidarias antes de la posible debacle de las generales.
La gran duda inmediata que los hooligans puedan tener hoy y que tan bien describe el amigo Juan Irigoyen es ¿Hará 'nuestro' PSOE un PASOK? ... y si es así se siguen preguntando .... ¿nos vamos sacando YA el carnet de otro club?. Algo de eso empieza a verse en Valencia y los hooligans/mandarines reciclados en un nuevo club pueden ser todavía más atorrentizadores que en el club original.
ResponderEliminarAbrazos de Aurelio
Gracias Aurelio por el comentario ¡bienvenido a estas páginas¡ Me activas el recuerdo de Valencia Ciertamente, las migraciones de hooligans en busca de títulos es todavía más patética. Algo de esto he visto también por aquí.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo