En todos los tiempos de mudanza algunas personas tienen la cualidad de interpretar las nuevas tendencias y sensibilidades, que permanecen ocultas, al ser ajenas al conocimiento dominante. El caso de Hakim Bey es paradigmático. Sus escritos conectan con el nuevo espíritu de la época, del que es portador una nueva generación, de modo que su influencia trasciende a su propia comunidad comunicativa. Su descubrimiento representó para mí una gran aportación, en tanto que me ayudó a mejorar la comprensión de algunas de mis percepciones, problematizaciones y preguntas, que no encontraban salida desde otros esquemas conceptuales.
Hakim Bey es un escritor y un poeta norteamericano. Se define a sí mismo como un “anarquista ontológico”. Su obra es muy versátil y original, prestándose a variadas interpretaciones. Es considerado como antecedente de los hackers, que, en mi opinión, constituye un colectivo verdaderamente innovador y determinante en el tiempo presente. Pero, sin entrar en el fondo de la interpretación de su propuesta, voy a seleccionar algunas de las cuestiones que suscitan mi interés.
Previamente a comentar algún aspecto de la obra de Bey, como algunos de los lectores de Tránsitos Intrusos son profesionales de distintos sectores y se encuentran enclavados en generaciones anteriores, me parece preciso afirmar algo relevante. Los años ochenta y noventa constituyen una frontera entre tiempos. Las generaciones anteriores a los mismos se encuentran en un mundo vivido que es amueblado por el relato dominante del progreso y el bienestar. En los años noventa, se produce una ruptura que configura otra realidad y otra generación. Hakim Bey es uno de los autores más influyentes en los nuevos imaginarios resultantes de la misma. Los movimientos sociales que nacen en esta época son sustancialmente distintos a los de los sesenta y setenta.
La aportación más conocida de Bey es la de TAZ Este es el título de un brillante y sugerente ensayo en el que desarrolla esta idea. TAZ es la sigla correspondiente a “Temporary Autonomous Zone”, o Zona Autónoma Temporal en castellano. Para definirlas, Bey lo hace mediante una analogía histórica que denomina “Utopías Piratas”, que se corresponden con una red de asentamientos creados por los piratas en el siglo XVIII, que se producían en los márgenes del sistema-mundo de la época. En ellas, los pobladores de las mismas creaban y mantenían lo que denomina una “comunidad intencional”, a la cual define como una minisociedad completa, conscientemente fuera de la ley. Estas experimentan una “corta pero alegre existencia”.
Las utopías piratas del siglo XVIII anteceden a las TAZ del presente, que adquieren distintas formas, desde “islas en la red” hasta territorios múltiples y heterogéneos liberados de la lógica del estado, el mercado y las instituciones, en las que se vive un mundo en el que se imagina, experimenta, comparte y crea significaciones, prácticas y relaciones sociales, que cristalizan en nuevas formas de vida vinculadas a nuevos sentidos. Se trata de espacios que contienen sistemas sociales muy vivos y diferenciados de los del sistema, y que se hacen y deshacen en tiempos cortos. Como los piratas, sus miembros son nómadas y transeúntes continuos.
La pregunta que articula la propuesta de Bey es inquietante. Dice “¿es que los que vivimos el presente estamos condenados a no experimentar nunca la autonomía, a no habitar ni por un momento un pedazo de tierra libre? ¿Acaso nuestra existencia se reduce a la nostalgia por el pasado o por el futuro? ¿Tendremos que esperar a que el mundo entero sea liberado del control político antes de que uno sólo de nosotros pueda reivindicar haber conocido la libertad?” Añade después “Decir que no seré libre hasta que la humanidad o cualquier criatura sensible lo sea es, sencillamente, condenarnos a una especie de estupor-nirvana, abdicar de nuestra calidad de humanos, auto-definirnos como perdedores”. Termina definiendo la factibilidad de las TAZ “Creo que extrapolando las historias pasadas y futuras sobre las islas en red podíamos acumular suficientes evidencias como para afirmar que un enclave libre no sólo es posible en nuestro tiempo, sino que ya existe…ha cristalizado en el concepto TAZ”.
De este modo Bey enuncia una idea que va a adquirir centralidad en el nuevo anticapitalismo nacido en el final de siglo XX. La vieja idea anticapitalista de que modificar el orden social consiste en la acumulación y concentración de una fuerza política que consiga hacerse con el poder estatal, para iniciar la transformación social, es cuestionada por la nueva generación. Las nuevas propuestas caminan en otra dirección La idea principal es el rechazo de la idea de que la ruptura con el sistema sucederá en el futuro y tendrá la forma de pugna por el poder estatal. No se trata de entender el presente como espera del gran acontecimiento-revolución, sino, por el contrario, de conseguir generar espacios de autonomía, en el tiempo inmediato, y en los que se ensaye la nueva sociedad. El modelo conceptual TAZ se presenta como una alternativa para múltiples movimientos sociales.
Pero la idea de las TAZ va más allá de la conflictividad social explícita. Así, en el presente se multiplican los espacios y tiempos constituidos en el margen de las instituciones y que tienen algunas propiedades de las TAZ. En este sentido, Bey enlaza con las nuevas generaciones de la precarización y las biografías fragmentadas. El vínculo entre Bey y la contracultura se reconfigura. En la contracultura de los sesenta abandonar el sistema representa salir de él completamente. En el presente, numerosos contingentes de personas lo abandonan provisionalmente para vivir en una socialidad diferente un tiempo, tras el cual, se retorna.
Me gusta llamar a estos espacios múltiples de fuga de las instituciones como “taz en minúsculas”. En este sentido, Bey, al igual que otros intérpretes de la contracultura, son influyentes en tanto que las prácticas de millones de personas, así como los sentidos que las guían, se producen en relación con su propuesta, sin saber su procedencia. Las TAZ no son sólo una propuesta del postanarquismo y que adoptan algunos movimientos, sino una idea que se encarna en múltiples actores y espacios sociales.
Las sociedades del presente generan así una alta socio-diversidad. Las instituciones del estado y el mercado coexisten con múltiples formas sociales, así como movimientos sociales, que se recombinan entre sí, dando lugar a un conjunto de una densidad muy intensa, en la que las personas atraviesan sus fronteras. Así, en el 15M hubo un momento en el que se hicieron presentes contingentes de jóvenes procedentes de otros mundos. Esta convergencia se disipó para generar una gran bifurcación que da lugar a la proliferación de trayectorias diferentes. No pocos de los entonces activistas han derivado hacia iniciativas de autoorganización no explícitamente políticas y que requieren de su iniciativa y creatividad. Se han incrementado múltiples comunidades intencionales que no quieren esperar. En una interpretación amplia, como la que propongo, se trata de la diversificación de los TAZ, tanto en mayúsculas como en minúsculas.
La idea del TAZ contribuye a comprender los términos de la contradicción entre la potencialidad de la oposición al sistema político y económico, que bajo la hegemonía del neoliberalismo, instituye una ruptura dualizadora y excluyente, y los conflictos reales, que no registran dicha potencialidad. Un factor relevante resulta de que las energías se diseminan en múltiples proyectos que absorben la actividad de sus impulsores. Así se disipan muchas energías al cambio. En las nuevas generaciones casi nadie quiere cambiar las instituciones aunque no crean en ellas. Cada cual busca su salida. Por eso los conflictos sociales adquieren la forma de explosiones que expresan las tensiones. Pero poca gente se encuadra para actuar a largo plazo, para lo que tiene que esperar.
Las numerosas TAZ en minúsculas o la contracultura “de ida y vuelta” se expresan en numerosos indicios, muy dispersos. Es el territorio que en este blog denominé como “la tierra de nadie”. Detrás de esa idea se encontraba la idea de las zonas autónomas. Pero en muchos casos sólo se trata de escapar del sistema y las huidas terminan en tierras que no son cultivadas. Una gran cantidad de artistas anónimos de la época hacen de la fuga un arte menor. Se evaden de un sistema que les tiene retenidos en tiempos muertos. Su situación es de espera eterna. Por eso también se fugan de cualquier proyecto que les haga esperar al cambio.
El deterioro de la “jaula de hierro weberiana” y las grietas que aparecen en el edificio institucional del sistema total, en palabras de Goodman, permiten salir y entrar haciendo posible vivir el presente, en ocasiones de forma fulgurante. Esta es la razón principal de la supervivencia del sistema, de su vaciamiento y el deterioro de sus instituciones, de la erosión de su leal oposición, de la tragedia del poder y de la revolución.
En el lugar en el que me encuentro enclavado puedo ver una gran variedad de espacios; comunidades intencionales; formas sociales mutantes; márgenes vivos; diásporas por circuitos, posadas y lugares de acogida; acontecimientos múltiples que emiten señales de futuro; creaciones, expansiones y declives. Me gusta observarlos e imaginar sus analogías con los de los piratas del siglo XVIII. Entonces me acuerdo de Bey.
Neo-anarquismo por Manuel Castel
ResponderEliminarhttp://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/2005/05/21/pagina-26/39776554/pdf.html?search=neoanarquismo
Drom Caló
ZAT.
ResponderEliminarBelleza literaria, utopismo de la ética y la vida pirata o hack- y los estados efervescentes de liminalidad de las communitas, o el vivir en el margen o en el umbral, lo molecular, el nomadismo permanente, una especie de tecno-contra-post-anarquismo que se agita por agitar, en palabras de Durkheim respecto al deslumbramiento de lo colectivo, buscando significado, finalidad, existencia donde no lo hay. Nostalgia autonomista, ilusionismo de una vanguardia tocada por una luz exclusiva.
Juan, la praxis de la fuga provisional y el cultivo de las tierras de nadie es todo un ideal abandonado. Estamos en la era del cálculo sin sujección, sin regla alguna en un estado de inmediatez, así la problematización y la creación quedan desterradas. En esta carrera de destrucción, todos contra todos solo unos pocos iluminados podrán decir que la simiente está en sus comunidades descontaminadas de lo institucional. Esta es la falacia del tecno-ego-anarquismo bulímico del capitalismo feroz de hoy. Mientras las gentes ven mermadas sus posibilidades, la garantías imprescindibles, que quizá puedan darse en esos cantos de sirena de las ZAT u otras células de nueva socialidad tan ilusionantes.
El amante imaginario.
Preguntas...
ResponderEliminarSomebody Blew Up America.
http://www.youtube.com/watch?v=7oHsHxxtMhk
Juanma
Gracias Juan por la excelente entrada, gracias al amante imaginario por su comentario crítico.
ResponderEliminarLas zonas, comunidades, grupos, espacios de intimidad y transformación son para mí, lugares a preservar. Intento mantener mi grupo de amigas, mujeres, pero cada vez es más difícil. Cada cual aplica su interés, el egocentrismo y el picar de todo y no hacer nada a largo plaza resta importancia a la lealtad de las relaciones, confidencias, amores, amistades,...
Mastúrbate todo lo que puedas, folla sin parar, come esto y lo otro es el modelo social capitalista,... mientras los derechos que nos amparaban se van destruyendo,... bien están las reservas de piedad y autonomía, pero no bastan. Son necesarios los edificios que nos amparen, a pesar de sus limitaciones y problemas; un hospital, cama limpia y personal humanizado, maestras,profesorado y matrículas gratis, bibliotecas grandes, piscinas, parques pulmones verdes, canchas de deporte, conservatorios y escuelas de música y danza, escuelas para aprender idiomas, becas, pensiones dignas, salarios y condiciones decentes,... y no basta para ello las ZAT.
Hay que ir de una a otra y dejarse de tanta terapia comercial y tantas tecnologías del yo que no hacen más incentivar el narcisismo estúpido, también hay terapia social en esos reservorios vanguargístas llenos de libertarismo y buenrollismo.
Yo los he padecido, está bien luchar, juntarse,... pero es muy serio como para agntar a niñatos, líderes que buscan oportunidades sexuales, políticas e incluso laborales. hay mucho contracultural llenito de vanagloria y poca bondad y ganas de transformar más allá que su mala conciencia de niño bien. A veces éste activismo anti-Ikea, pro-asambleista no deja tras de sí más que un rastro de maquillaje a su yo.
Gracias Juan por el lugar, tu sexto continente de confesiones,
una ex-alumna en lucha, buscando la alegría y el amor en un mundo derrotado.
Creo que tanto una cómo otro son visiones dentro de la diáspora tribal que no hacen más que ahondar en nuestra crisis de sentido individual.
ResponderEliminarUna crisis que se ha tornado en el otro, ante la multitud de posibilidades que creamos diariamente como individuos, creo que si que hay un espacio autonomo temporal o permanente y además que merece ser escuchado (sí, yo me masturbo, es porque me apetece, si follo es porque quiero y punto).Me parece que es mezclar churras con merinas.
Cosa distinta es buscar un thelos basado en el "obedecerse a sí mismo", sin salir hacia ningún alter ego, puesto es algo verdaderamente natural, sin caer en las trampas del contrato o pacto social, puesto que yo como individuo soy un ser social y por ende politico, ergo no tengo, pues, nada que suprimir en mí para ser amigo, ciudadano, humano, ser natural. Por lo que puedo avanzar en círculos cada vez más grandes es porque éstos me definen.
Carlos
Estan bien las huidas conscientes, sesudas, creativas, cooperativas, pero no dejan de ser un reducto de lo minoritario. El mundo corre a otra velocidad y con un modelo de vida hedonista, egocéntrico, excluyente, precarizante, destructor imparable,...
ResponderEliminarEl fascismo institucional y representativo está a la vuelta de la esquina, si no ya mismo.
Gracias por el rico debate,
Mario, UNAM, México DF
...
En un momento en que Europa se derrumba en un proceso parecido al de los años 30 del pasado siglo, no podemos eludir la cuestión. ¿Qué monstruo surgirá de la descomposición de esta nueva clase media? Las repeticiones nunca son mecánicas y jamás ponen en juego las mismas variantes y factores. Si se avecina un nuevo fascismo no será igual al de Mussolini y Hitler. A diferencia de lo que ocurría en 1933, hoy la izquierda europea es muy consciente de los peligros pero carece de los medios para conjurarlos, incluido el análisis de clase ajustado a la nueva situación.
El la mesa de al lado siempre se representa en tono jocoso la tragedia de nuestra época. Da un poco de miedo pensar en estos jóvenes felices, necesitados de fe, estremecidos de desorientada humanidad, el día en que no puedan pagar la cuenta del restaurante y no tengan un jefe de ventas al que admirar.
La conversación de la mesa de al lado
Alba Rico
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=178978
Ojo con la nostalgia y los excesos que produce.
ResponderEliminarComparto el comentario del amante imaginario, a pesar de todo lo bueno que es el post.
Lo liminal, lo espontáneo, lo efímero, las ZAT nos dan autonomía, pero éstos lugares siempre existieron y existiran. Asumiendo la atopía de Foucault me parece el ensayo de Hakim Bey (ver en http://hermetic.com/bey/) una especie de romanticismo naïf.
La rebelión es lo único que puede salvarnos del vacío improductivo de hoy (nihilismo de mierda), un modo para liberarnos de la servidumbre. Camus decía que la revolución es una cruzada metafísica desmesurada. Otra cosa es que tenemos que mirar la fotografía en su totalidad, pues el común de los mortales, tenemos que contar con las instituciones que administran garantías, aunque seamos humanos dependientes, a caso alguien no lo es, hablad autonomistas apasionados. Disfrutemos de los espacios de libertad y autonomía temporal, de la liminalidad y los márgenes o de los modificados estados de conciencia que nos ofrecen determinados consumos. Pero no nos olvidemos de las gentes. Yo, personalmente, sospecho mucho de esas personas que no son leales a nadie, ni a nada excepto a su militancia infinita.
Por cierto, yo también me masturbo, claro, pero comparto que hay un modelo dominante que premia y multiplica los comportamientos bulímicos de consumo. Quizá no podamos deconstruir nuestra sexualidad porque somos muy apologetas del "libertarismo", pero mucho bien haría a tantas y tantos insatisfechos, amargados y rutinarios. Y mucho más al feminismo.
Carmen
Gracias por vuestras valiosas aportaciones. desde mi perspectiva la discusión se puede resumir así:
ResponderEliminar- LasZAT son un "tipo ideal" weberiano, que toma cuerpo en múltiples formas.
- Creo que la idea es buena a pesar de que se pueden identificar no pocas distorsiones con las que varios de vosotros os ensañais. Comparto vuestro juicio crítico con algunos guettos alternativos.
- Pero cuando en el post planteo "taz en minúsculas" y sociodiversidad estoy considerando experiencias e iniciativas que no pueden ser reducidas a adjetivos descalificatorios. Estas tienen un valor de una dimensión que casi alcanza a las dificultades que encuentran para su consolidación y progreso.
- El fondo del post refuerza una de las ideas de Bey, en tanto que cuando se pregunta acerca de si es posible vivir una experiencia de libertad sin esperar al futuro. Quiero decir que las instituciones vigentes no lo permiten y aún peor, cada vez producen más ataduras y erosionan con eficacia los vínculos entre las personas.
- La otra alternativa es encuadrarse en alguna de las causas que prometen un cambio en el futuro. La combinación entre encuadrarse y esperar un tiempo me produce vértigo.
- Entonces tendríamos que indagar acerca de algunas de las experiencias autogestionarias vigentes contienen gérmenes de futuro, en el sentido de hacer posible la creación y la cooperación. Para mí esta es la discusión.
- Respecto a la rebelión que suscita Carmen el problema es cómo mantenerla en el tiempo sin deteriorarse como lo que les ha ocurrido a los que comenzaron a rebelarse hace algún siglo.
- Por último, quiero comentar algo respecto a lo que suscita mi exalumna. Creo que el problema no es luchar, sino tener un horizonte esperanzador y que tenga un nombre. Tiene que materializarse algún fantasma que recorra el mundo. Porque los fantasmas anteriores se han disipado. Si no es así las luchas significan la vuelta al pasado de los ochenta y eso no conduce a nada.
Seguimos
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ResponderEliminarAlguién con el que compartí varias zat y también energías para acumular poder en política. Ámbas experiencias en nuestro caso tienen horizontes esperanzadores y prácticas decentes. El fin es empoderar a l_s sujetos sociales.
Gracias,
JL
vUELTA ALOS OCHENTA ¿a QUÉ TE REFIERES?
ResponderEliminarA LA INTERNACIONALIZACIÓN???
el problema es que el 15m abandono pronto ampliar las bases (obreros, currantes, adolescentes,...) y dotar de mecanismos prácticos de participación,... Finalmente se ha retornado en gran parte (creo que hay grupos de trabajo, mareas, zats,..., se a vuelto como al mov. antiglobalización.
gracias,
La revolución ha de ir más allá del ejército y las narrativas utópicas, ya nos aclaro Focucault. Tb. Deleuze y
ResponderEliminarGuattari consideran la revolución como líneas de fuga, interrupciones de la historia. Virno, Negri consideran el éxodo,
dada la desafección de las masas en relación con los poderes constituídos. El cambio, la búsqueda de la libertad, la emancipación, la revolución es no definitiva, dándose en un vacío, construyendo sus
caminos al hacerse, sentirse y experimentar.
Cuando hablo de volver a los ochenta me refiero a lo siguiente. Las movilizaciones de estos últimos años reivindican el final de los recortes, y por tanto, la vuelta a la situación anterior. En los ochenta es donde se formó ese imaginario de consumo para todos: casa, coche, vacaciones y consumos públicos.
ResponderEliminarPienso que si no se define un futuro distinto a eso y que tenga un nombre y un contenido nuevo, las movilizaciones están condenadas al fracaso.
Gracias Juan, es muy inquietante vivir estas pasadas fiestas repletas de multi-consumos superfluos que aparentan o enmascaran malestares interiores enormes.
ResponderEliminarUn nuevo horizonte y paradigma interpretativo, una naciente forma de pensar más allá de los preceptos de la sociedad de consumo???
El Súmak Kausai indigenista no co-optado, la austeridad bien entendida, las relaciones de amistad y amor, afectos no interesados, el saber preservar lo importante y transformar lo que constriñe, los límites materiales estan quebrándose, las desigualdades y la posesión por desposesión, acumulación y destrucción no cesa. El imperio de la necesidad-satisfacción material mercantil no tiene límites, la voracidad llega a absurdo y destrucción.
Otro horizontes es pensar y hacer más allá del confort, los lujos, el egoismo,... Una racionalidad otra muy alejada del modelo depredador que todo empapa,...